Una manera de existir en el adentro y en el afuera.
Cuando escribo, un poco muero. Mañana será otro día. Siguiendo el decir
popular, no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Entonces decido morir un
poco hoy y otro poco mañana. Dejando
huellas como cuando se camina sobre la arena, las olas del tiempo las van
borrando a medida que me alejo.
Y ahora me detengo, para no caer en lugares comunes, ni
tampoco inaugurar mi propio infierno.
Sí, dejaré abierto el cielo nuevo en la tierra de la
escritura, para el momento en que haya madurado mi forma de morir.
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